¿Sabias que cada español desperdicia 31 kg de alimentos en un año? Esto supone para España, un total de 1.300 millones de kg de alimentos desperdiciados anualmente. ¿Qué podemos hacer para evitarlo? ¿Podemos reutilizar las sobras de comida?

Para reducir estas cifras podemos empezar por algo muy sencillo: antes de comprar, miremos qué tenemos en la nevera. Y aunque no te guste el aspecto de las hortalizas que te quedaron o bien notes que la fruta está muy madura, hay miles de preparaciones en las que pueden emplearse y te aseguro que quedan ricas ricas ¡!!

Algunos consejos para reutilizar o no desperdiciar comida

1. No te obligues a comer cuando estas saciado: nada se pierde todo se transforma.

Cuando estamos comiendo y tenemos la sensación de que estamos saciados, muchas veces pensamos… «¡no puedo tirar lo que queda! No me gusta tirar comida, por tanto me esfuerzo y lo como«.

Si la ración que tienes es demasiado grande, puedes quedarte tranquilo que no tienes que comértelo todo y limpiar el plato; sino que puede servirte para una próxima comida.

Para ello debes tener en cuenta lo siguiente:

1. Guarda en la nevera de inmediato aquello que quedó en el plato o si no lo vas a consumir de inmediato, en el congelador.

2. Si has optado por guardarlo en la nevera, es lo primero que debes consumir al día siguiente. Las comidas preparadas deben consumirse dentro de las 48h de su preparación.

3. Antes de cocinar un plato nuevo desde cero, revisa qué tienes en la nevera, en la despensa y en el congelador.

2. Verduras, hortalizas y frutas.

• Si sobraron verduras u hortalizas se pueden aprovechar para rellenos de quiches, hortalizas, fajitas, croquetas, bocaditos.

• Las partes que muchas veces desechamos de las cebollas, pimientos, zanahorias o del apio, se pueden emplear para preparar un caldo y este a su vez para salsas o sopas. Si es mucha cantidad puedes congelarlo.

• La cebolla y los pimientos se pueden congelar sin perder sabor al igual que el maíz, el brócoli, las zanahorias, la coliflor y las espinacas.

• Los tomates que se están poniendo muy blanditos o los usas para una salsa o sopa o bien los llevas al horno. Una vez desecados los condimentas y agregas unas gotitas de aceite de oliva.

• Los plátanos muy maduros puedes emplearlos para endulzar bizcochos o bien para preparar batidos con leche que gustan mucho a los mas pequeños de la casa.

• Con la fruta que sobra prepara una mermelada. Coloca los trozos de fruta en una cacerola con ½ taza de agua por pieza de fruta. Agrega edulcorante a gusto y esencia de vainilla. Continua con la cocción hasta que la fruta esté blanda. A continuación, lo puedes pisar con el pasapuré o bien licuar para que quede bien homogéneo. Lo dejas enfriar y listo.

• Con las frutas a punto de pasarse puedes preparar una compota y en meses de frío resulta mas apetitosa que la fruta fresca. Usa edulcorante en lugar de azúcar, corta las frutas en trozos y agrega 1 taza de agua por fruta. Todo esto lo llevas a cocción. Le agregas un toque de canela y te queda rico, rico!!!

3. Pan.

• Si congelas el pan en rebanadas, puedes sacarlo del congelador en el momento en que lo necesites. Solo unos minutos en la tostadora y listo para comer.

• El pan duro o pan que haya sobrado lo puedes dejar secar en el horno y se usan en forma de daditos para darle un toque crujiente a las ensaladas.

• Las sobras de pan también pueden rallarse para empanar o para espesar salsas.

4. Carnes.

• La carne que no vayas a usar en las próximas 24h debes congelarla. Mejor en porciones para que solo descongeles lo que vayas a necesitar.

Huesos de pollo o ternera hervidos sirven para caldo. Los dejas enfriar y puedes quitar la grasa. Es ideal para preparar otras carnes, guisos, salsas y sopas.

• Los restos de pollo cocido se pueden utilizar desmenuzados en ensaladas, rellenos de quiches, sándwich o empanadas.

• Los trozos cocidos de ternera o cerdo puedes cortalos en tiras y preparar un wok agregando hortalizas y arroz o pasta.

5. Especias frescas.

• Con el perejil o la albahaca puedes preparar pesto o chimichurri. Recuerda que la albahaca puedes congelarla (en bolsita para el congelador).

• A las hierbas aromáticas frescas, puedes lavarlas, picarlas y colocar en una cubitera de hielo. Le agregas agua y a las llevas al congelador. Cuando las necesites para una preparación añades un cubito.

• Con todas las hierbas frescas, haces un ramito y las dejas secar colgadas (lugar oscuro y seco).

6. Bebidas.

• Si te ha sobrado té, café o zumo, puedes colocarlos en una cubitera y congelar. A estos cubitos de hielo “saborizados” los puedes agregar a diferentes bebidas y le dan un toque especial.

• Si te ha quedado cerveza o vino en la copa úsalos para la cocción de carnes o salsas. Con el calor, el alcohol se evapora y la bebida confiere sabor a la preparación.