Sales a comer o cenar y ahí está. Te has controlado toda la comida pero cuando llega el postre no lo puedes evitar. ¿Cómo vas a comer solo una ración de tu postre favorito? ¿Imposible? ¡No! Hoy te cuento el truco de los cuatro bocados.

1. Selecciona tu mismo tu propia ración

  • Si decides, por ejemplo, comer un postre que te gusta mucho, sírvete tu mismo la ración. Esto será posible en tu casa, en casa de familiares y amigos, e incluso en los buffets.
  • Siéntate a comer a la mesa.

2. Usa dos platos

  • Coloca en un plato tamaño postre la cantidad que crees que equivale a 4 bocados; deja el resto del postre en la mesa. Come cada bocado con cuidado, pensando, saboreando, conversando con tranquilidad.

3. Haz pausas

  • Coloca el tenedor o la cuchara sobre la mesa mientras masticas lentamente.
  • Bebe un sorbo de agua entre un bocado y otro; te ayudará a limpiar tu paladar y a hacer que cada nuevo bocado resulte mas interesante a aun a los sentidos.
  • Realiza pausas extralargas entre un bocado y otro.
  • Concéntrate en el sabor que queda en tu boca después de tragar y disfruta mentalmente del próximo bocado antes de tomarlo.

4. Obsérvate

  •  Cuando hayas terminado los 4 bocados, pregúntate si estas satisfecho. Si es así́, ya terminaste: te diste el gusto con sobriedad y sentiste el placer de haberte controlado disfrutando de una de las comidas que mas te gustan.
  • Si realmente aun no estas satisfecho, toma 2 bocados mas del otro plato, repite los pasos y da por terminado tu postre.
  • El resto puedes ofrecerlo a otra persona para no tentarte.