Existe una asociación directa entre la grasa acumulada en el abdomen y el aumento del riesgo de producir síndrome metabólico. De ahí la importancia de la grasa abdominal. 

Para entender mejor esta frase: ¿cuánto es mucha grasa abdominal? Para determinarlo existe una medición simple y rápida: medir tu cintura. 

¿Cómo se mide la grasa abdominal?

Parada, con los pies juntos, los brazos a los lados del cuerpo y la cintura al descubierto.

Usa una cinta métrica de las de costura.

Coloca la cinta alrededor del abdomen, midiendo el contorno en la zona donde la circunferencia es mas prominente (la cinta debe quedar paralela al suelo durante la medición), suele coincidir con el ombligo.

Inspira y exhala, a continuación retiene la respiración y en ese momento efectuas la medición.

No aprietes la piel con la cinta para medir, que quede justa sin ceñir.

Cuáles son los valores normales:

En las mujeres hasta 85-90 cm.
En los hombres hasta 95-100 cm.

Si estamos por encima de estos valores tenemos lo que se llama obesidad abdominal, la cual es especialmente peligrosa. Piensa que la grasa de esta zona esta rodeando e invadiendo a órganos tan importantes como el corazón, el hígado, el páncreas y un largo etc.

Si además de esta obesidad abdominal, presentas 2 de las siguientes alteraciones:

• Tensión arterial: valores mayores que 120/80.

• Colesterol total: valor mayor que 200 mg/dl.

• HDL (“colesterol bueno”): valor menor que 50 mg/dl en mujeres y valor menor que 40 mg/dl en hombres.

• LDL (“colesterol malo”): valor mayor que 150 mg/dl.

• Triglicéridos: valor mayor que 150 mg/dl.

• Glucemia: valor mayor que 100 mg/dl.

Tienes SÍNDROME METABÓLICO.

Qué es el síndrome metabólico

El síndrome metabólico es un conjunto de enfermedades como diabetes, resistencia a la insulina, dislipemias e hipertensión arterial que incrementan el RIESGO CARDIOVASCULAR.

Como ves, el peso es importante pero la composición corporal y donde se localiza la grasa, lo es aun más, a tal punto que cada cm que se reduce del contorno abdominal (equivale aproximadamente a 1kg de peso perdido) se corresponde con una reducción del 1,5 % del riesgo de padecer un ictus, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular (ACV), trombos, etc.

Cómo logramos revertir esta situación:

1. Lo mas importante de todo es que se puede revertir, estamos a tiempo de evitar daños mayores.

2. Es fundamental la actividad física. Poner a trabajar nuestros músculos (que son el tejido mas extenso en nuestro organismo) es la manera mas efectiva de consumir energía. Bailar, caminar, andar en bici y todos los trayectos de tu rutina que puedas hacer a pie como bajarte una parada antes, aparcar el coche mas lejos, arreglar el jardín, sacar a pasear a tu perro, ir a la compra a un supermercado mas lejos de casa… Lo ideal serían 45-60 minutos, pero muchas veces “lo ideal” no es posible, por tanto muévete 15-20 minutos al día, cada día, suma pasos… Siempre es mejor que no hacer nada.

3. Fortalece tus músculos con mancuernas o botellitas pequeñas de agua.

4. Reduce el consumo de azúcares y grasas. Al aumentar el consumo de frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales y legumbres, pescados, frutos secos ésto es muy sencillo de conseguir.

5. Reduce el tamaño de las porciones y para no pasar hambre fracciona tu dieta en 5-6 comidas al día.

6. Incrementa la ingesta de agua.

7. Usa la plancha, el horno, las cocciones al vapor.

8. Quita la piel al pollo y la grasa visible de las carnes.

9. Diversifica tu alimentación, cuantos mas colores en tu plato, mejor!!!

10. Cuidado con el alcohol, solo consumo ocasional y en cantidades controladas.

11. Utilizar zumo de limón, vinagre, especias, hierbas aromáticas para reducir la necesidad de sal en tus platos.

12. Consulta con tu médico y realiza un chequeo al menos 1 vez/año: analíticas, control de la tensión arterial, revisión ginecológica (mujeres). No lo dejes, podemos prevenir muchas complicaciones.

Y Recuerda tripa llena….CORAZÓN EN PROBLEMAS!!!